KIWI, VITALIDAD PARA TU PIEL

Son conocidas y numerosas las propiedades que el consumo regular de kiwi reporta al organismo. Entre ellas, cabe destacar sus beneficios para la piel

Convirtiendo a esta fruta en una gran aliada de belleza. Y es que su alto contenido en vitamina C, superior al de cítricos como la naranja o el limón, contribuye a la formación de colágeno para el correcto funcionamiento de la piel, defendiéndola de las agresiones externas y combatiendo las temidas arrugas. mujerdeelite.com

Además, la vitamina C, al igual que la vitamina E, también presente en los kiwis, tiene propiedades antioxidantes que contribuyen a disminuir el daño oxidativo que los radicales libres producen en estructuras como el ADN, proteínas o lípidos. Esta función antioxidante es especialmente útil para combatir las consecuencias que las fumadoras pueden reportar en la piel, tales como falta de luminosidad y un aspecto cansado.

Pero además de comer kiwis regularmente, se pueden preparar mascarillas faciales utilizando esta fruta, ya que sus propiedades astringentes mejoran el aspecto de las pieles grasas, dándoles un plus de vitalidad. ¡Toma nota!

Mascarilla con kiwi para pieles grasas

Una solución de belleza ideal cuando tenemos una cita o evento importante y necesitamos que el maquillaje permanezca inalterable en nuestra piel más tiempo, además de permitirnos lucir una piel limpia, suave y luminosa, libre de impurezas, que rebosa salud y juventud. Pruébala, ¡no te arrepentirás!

Necesitas:

1 kiwi maduro

1 yogur natural

Retira la piel al kiwi, trocea y añade en el vaso de la batidora. Incorpora dos cucharadas de yogur natural y bate hasta obtener una crema homogénea.

Forma de aplicación:

Primero, limpia en profundidad la piel del rostro con el jabón facial habitual y agua tibia para que se abran los poros. Seguidamente, utiliza un exfoliante y aclara también con agua tibia (puedes apostar también por un exfoliante casero). A continuación, aplica la mascarilla por todo el rostro, evitando el contorno de ojos. Relájate y permite que la mascarilla actúe durante 15-20 minutos. Finalmente, aclara con abundante agua fría y seca la piel mediante ligeros toques con una toalla limpia. ¡Resplandeciente!